Un residente de Crete, Nebraska, abrió fuego contra una familia de migrantes guatemaltecos, hiriendo a siete de ellos, informaron las autoridades. El incidente ocurrió el viernes 28 de junio, cuando Billy Booth, un hombre de 74 años, disparó una escopeta desde su propiedad contra la casa de las víctimas, donde se encontraban 15 personas.
Tras el tiroteo, Booth se suicidó, según informaron las autoridades locales. Entre las siete víctimas, que ya están fuera de peligro, hay cuatro niños de entre 3 y 10 años. Las autoridades han confirmado que todas las víctimas están recibiendo la atención médica necesaria y se espera que se recuperen por completo.
Los residentes de la comunidad dijeron que Booth, que por lo general era reservado, tenía antecedentes de conflicto con la familia inmigrante guatemalteca. Según las declaraciones de los vecinos, Booth había mostrado un comportamiento hostil hacia la familia en el pasado, incluidos gestos obscenos y comentarios despectivos. La policía había recibido quejas de la familia guatemalteca de que Booth había hecho “un gesto obsceno” hacia ellos y les había gritado que “regresaran al lugar de donde vinieron” y “hablaran inglés”, según Gray Young, jefe de policía de Creta.
El jefe de policía de Creta, Gray Young, dijo que las tensiones entre Booth y la familia guatemalteca habían aumentado en los últimos meses. “El hecho de que él les hubiera dicho previamente que se fueran a casa y hablaran en inglés sugiere que esa era la razón”, dijo el funcionario. Los investigadores están determinando un motivo para el tiroteo y no descartan el racismo. Young agregó que están investigando si hubo otros incidentes anteriores que no fueron denunciados a la policía.
Mientras tanto, la comunidad de Creta está conmocionada por el incidente. Varios residentes han expresado su solidaridad con la familia afectada y han condenado el acto de violencia. Las organizaciones locales de derechos humanos han pedido una investigación exhaustiva para determinar si el racismo fue la principal motivación del ataque. También se están organizando vigilias y eventos comunitarios en apoyo a las víctimas.
El tiroteo ha provocado un debate más amplio sobre la seguridad y el bienestar de las comunidades inmigrantes en Estados Unidos. Varios líderes comunitarios y defensores de los derechos de los inmigrantes han aprovechado la ocasión para subrayar la necesidad de políticas y medidas más inclusivas para proteger a las minorías de los actos de odio y violencia.
Este trágico incidente pone de relieve la importancia de abordar la intolerancia y promover la coexistencia pacífica en las comunidades. Mientras continúa la investigación, las autoridades han reforzado la presencia policial en la zona para garantizar la seguridad de todos los residentes y evitar posibles represalias o nuevos actos de violencia.