A dos semanas de que el ultraderechista Javier Milei asuma como presidente de Argentina, su futuro Gabinete es un puzzle con muchas piezas sueltas. La negociación es compleja: la Libertad Avanza es una fuerza nueva con pocos cuadros propios con peso político y necesita sumar apoyos de otros partidos. Sin embargo, el equipo de Milei se ve envuelto en rumores, desmentidos e incluso cambios en cargos anunciados pocos días antes por el propio presidente electo. El baile de nombres hace dudar de si es resultado de la inexperiencia de un outsider que hace sólo dos años dio el salto a la política —y no sabe cómo evitar las filtraciones— o si se trata de una estrategia similar a la que usó el brasileño Jair Bolsonaro durante su presidencia: sembrar la confusión constante para tener ocupados a los medios y desviar la atención de las cuestiones de fondo.
En las comunicaciones oficiales, Milei ha citado hasta el momento a cuatro personas como parte de sus equipos técnicos: a su hermana Karina, a Nicolás Posse, a Diana Mondino y a Guillermo Francos. Todos ellos forman parte de su círculo más estrecho y lo han acompañado durante la campaña electoral que concluyó el domingo con una abrumadora victoria en las urnas frente al peronista Sergio Massa. De no haber sorpresas de última hora, Posse será su jefe de Gabinete; Mondino, la canciller; y Francos, ministro de Interior. La responsabilidad de Karina Milei está todavía por conocerse, pero su reunión de este viernes con el actual secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, para coordinar la transición hizo pensar que puede asumir este rol reservado para personas de máxima confianza.
Las demás piezas siguen en el aire. El jueves, los medios locales daban por hecho que el macrista Luis Caputo sería el ministro de Economía, pero un día después esa negociación seguía abierta. Los rumores fueron idénticos con el radical Luis Petri, quien iba a encabezar la cartera de Defensa. Portavoces de LLA confirmaron a EL PAÍS que la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, ocuparía la cartera de Seguridad, clave para el control de la calle y al que podría aportar experiencia por haberlo desempeñado ya durante la presidencia de Mauricio Macri entre 2015 y 2019. Horas después, en cambio, desde el partido de ultraderecha se desdecían y aseguraban que su nombramiento no era un asunto cerrado. Anticiparon también que Bullrich saldría en breve a hablar a los medios, pero pasadas 24 horas guarda silencio.
En los tres casos se trata de nombres vinculados a Macri y se baraja la posibilidad de que el expresidente intente hacer una negociación en bloque para asegurarse algunos cargos, como la presidencia de la Cámara de Diputados.
Los cambios más recientes incluyen nombres que habían sido confirmados por el propio Milei. El lunes, en la primera entrevista concedida tras el triunfo electoral, el presidente electo anunció que quien había sido su candidata a gobernadora, Carolina Píparo, iba a estar al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), el organismo que maneja una de las mayores cajas del Estado argentino. “El lunes 27 me reuniré con Fernanda Raverta para iniciar la transición”, tuiteó Píparo dos días atrás, en un mensaje en el que pedía a los trabajadores no dejarse atemorizar por campañas del miedo y agradecía la confianza a Milei. Este viernes, sin embargo, se informó a través de un comunicado oficial que el futuro titular de la Anses será el economista Osvaldo Giordano, hoy ministro de Finanzas de la provincia de Córdoba. El comunicado sumó un nombre más: el veterano ingeniero Horacio Marín, hasta ahora vinculado a la petrolera del conglomerado empresarial Techint, estará al frente de YPF, la petrolera bajo gestión estatal que Milei quiere privatizar.
Los rumores rodean también las principales promesas de campaña del economista ultra, como la dolarización y el cierre del Banco Central. En la cuenta de X del economista Emilio Ocampo aún está fijado el mensaje que publicó el 21 septiembre: “Un honor que Milei me haya elegido para cerrar el banco central y eliminar la inflación, el impuesto más perverso y arbitrario que existe y que desde hace décadas contribuye al empobrecimiento de los argentinos”. Sin embargo, fuentes cercanas a su entorno aseguran Ocampo no ocupará ese cargo. De confirmarse su salida, significaría poner en pausa el plan de dolarización. No parece, sin embargo, que Milei esté dispuesto a renunciar al cierre del banco central. “No es negociable”, advirtió hoy su oficina en un comunicado. No se sabe si la semana que viene cambiará de opinión.
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